En el proceso de enseñanza intervienen varios factores y aún más cuando se trata de niños, puesto que el rendimiento de cada uno de ellos es distinto. De ahí se entiende que la psicología aplicada en la orientación infantil permite mejorar las habilidades cognitivas y los conocimientos de los estudiantes.
¿Qué aporta la psicología aplicada en la orientación infantil?
Afortunadamente, cada vez más las personas que se han sensibilizado sobre la importancia de los primeros años de estudio de los niños, por lo que varios centros de atención infantil han dejado de ser simples guarderías para convertirse en escuelas cuyo fin es construir al desarrollo social, intelectual, efectivo y de autoestima en los pequeños.
Para ello, resulta conviene añadir la atención psicopedagógica en el primer ciclo de la educación infantil. La figura de psicólogos y psicopedagogos permitirá contribuir al desarrollo integral, siempre y cuando trabajen de forma colaborativa con el equipo docente.
Entre los fines de la psicología en los centros de educación infantil está contribuir al autoestima, afectividad, inteligencia, psicomotricidad, lenguaje, comunicación y autonomía de los estudiantes. Por otro lado, el psicólogo debe ser capaz de identificar las necesidades que presentan los niños y niñas, con el fin de brindar apoyo educativo.
Por último, el psicólogo debe ejercer su papel de mediador entre el centro educativo y la familia del niño, para ayudar a resolver los problemas que puedan tener lugar, así como para estimular su desarrollo y dotarle de las herramientas que le permitan convertirse en su mejor versión adulta.
¿Qué problemas académicos puede solucionar un psicólogo infantil?
A diferencia de lo que muchas personas piensan, un psicólogo infantil puede solventar múltiples problemas, ya que los niños en la edad escolar experimentan cambios de conducta y se encuentran expuestos a diferentes escenarios que pueden intervenir para que su comportamiento sea negativo o positivo.
En el caso del panorama académico, estos profesionales pueden explicar de forma muy clara un comportamiento que esté se experimentando y afectando al infante. Por ejemplo, algunos niños desarrollan fobia escolar, es decir que se niegan a asistir al colegio y esto puede haberse generado por una situación que hayan vivido en las instalaciones de dicho lugar.
Asimismo, el acoso escolar o mejor conocido como bullying, es uno de los principales temas que motivan a los padres a buscar ayuda psicológica en la actualidad. Esto es debido a que una situación así puede generar daños graves en la conducta de los niños pequeños e interferir en el rendimiento de sus actividades.
¿Cómo actúa un psicólogo infantil?
Por lo general, el psicólogo infantil realiza una valoración del niño, sus padres y el ambiente escolar para identificar cualquier problema que esté interviniendo en el comportamiento y desarrollo del estudiante. Así pues, se realizan las terapias adecuadas para mejorar su conducta, siempre que sean necesarias.
Luego, el psicólogo establece una dinámica y las medidas pertinentes para educar al infante de manera que pueda afrontar los problemas, desarrollar mejores fortalezas y asumir de mejor forma el proceso de enseñanza. En otro tipo de casos, como por ejemplo abusos y situaciones de custodia, el profesional debe recomendar alternativas que favorezcan al niño.
Asimismo, les permite desarrollar sus propias herramientas, habilidades y métodos psicológicos para que las condiciones que le hayan tocado vivir a un niño no puedan influir de manera directa en su relación con profesores y compañeros, ni en su rendimiento académico.
Definitivamente, un psicólogo es un buen acompañante durante el proceso de enseñanza infantil, sin importar que los niños tengan problemas de conducta o no, pues este profesional conoce cada una de las etapas de su desarrollo y permite que los padres y docentes comprendan sus actitudes.